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José Antonio de la Concepción

José Antonio de la Concepción

Acuarelista del paisaje. Cuando se contempla un cuadro, o cualquier obra de arte, se provoca en nosotros un conjunto de sensaciones que nos hacen admitir o rechazar lo que estamos viendo, en función de la capacidad que el artista tiene para hacernos sentir, para provocar ese interés. Con argumentos de acuarela, silencios, exquisitos, José Antonio de la Concepción consigue atraernos a un universo pictórico con la máxima intensidad creativa, partiendo de materiales nobles y sin engaños para no dejarnos indiferentes y hacernos admitir lo que nos muestra en su obra.
Este acuarelista de 59 años y nacido en Épila, vocal de la Agrupación de Acuarelistas de Aragón, no podía faltar en el Colectivo de Artistas de Valdejalón, donde estar con el y pintar con el, es un autentico placer para los que le conocemos.

José Antonio habla como pinta, sin estridencias, sin ruido, sin desarmonizar. Y si habla sobre la acuarela, lo hace con palabras suaves y relajadas en la forma, pero con la firmeza y la contundencia argumental de fondo que requiere su defensa frente a otras técnicas como el óleo o el acrílico. Por que la acuarela es, como no, un arte mayor. Sin la acuarela, William Turner, pintor y paisajista romántico a quien tanto admira, no nos hubiera dejado el maravilloso legado que hoy día disfrutamos. Ni Morrisot , ni Pisarro, ni Bellerman, ni Pradilla, ni Zobel en la actualidad, ni muchos otros maestros que colocaron la acuarela en el lugar que le corresponde.

José Antonio consigue en sus trabajos la calidez, el movimiento, la transparencia y la luz que requiere un trabajo bien hecho, en una técnica donde no hay marcha atrás. Donde a la hora de la verdad, que es el momento de pintar para un artista, su mundo interior se enfrenta al exigente papel. Donde un trazo, un color, una forma mal expresada ya no tiene remedio. Y José Antonio de la Concepción lo hace sin dificultad. Con la maestría que dan los años, unidos a una buena formación: Eduardo Laborda, Juan Valdellou, José Beulas, Aurora Charlo… sirven como ejemplo para que comprendamos la solidez de los cimientos en los que se basa la formación del artista.

Sintió ya de niño la necesidad de pintar. En su casa y a su modo, su padre también sentía el arte. Y eso marca. Y se fue haciendo así mismo, poco a poco. Cimentándose sin prisa, pero con seguridad. Sin dejar nada al azar, para llegar hasta aquí. Optó por la acuarela después de probar otras técnicas, porque los buenos pintores se retan así mismos, y esta técnica, para el, le requiere un gran nivel de exigencia. Y lo hizo para mostrarnos con sutil delicadeza sus paisajes realistas, interpretados o sentidos, donde en estos últimos José Antonio nos traslada, quizá, a un pasado que retorna en presente pictórico. Sin tapujos ni oscurantismos. Con transparencia. Sin medias verdades que solapen cualquier atisbo de confusión. Así es este artista pintando.

Acercaros y contemplad su obra. Es sensibilidad y equilibrio, es armonía, es música. Música sí. Pero hecha con acuarelas. En cada toque de color, en cada transparencia, en cada sutileza pictórica de sus paisajes, se instala un influjo musical que refuerza la percepción de nuestros sentidos. Le sale así porque lo domina, “las cosas las dominas cuando las conoces” asegura. Y el conoce bien lo que hace.

CAL

1 comentario

mariflor de la conceocion -

En nuestro camino vemos y aprendemos: como hemos decuvierto hoy desde Uruguay, y sin tener nada que ver con el arte( si con la ciencia) a Don Antonio de la Concepción(tenemos el mismo apellido y no es común en Uruguay, (somos descendiente, casualemente de Antonio de la Concepción)
que por lo que vemos por su página, ES para nosotros, sujeto de atención y por primera vez ,en nuestras vidas nos llama poderosamente la atención su obra. Nos gustaría conocer mas de ella. aqui no tenemos mucha información sobre acuarelistas.Don Antonio por favor comuniquese con nosotros queremos hacer que los uruguayos, que como yo no la conocían, sepan que existe y que puede transmitis sentimientos, en nuestro caso desconocidos.
Nuestro saludo y admiración:
mariflor de la concepción